martes, 10 de enero de 2012

Queda mucho por contar, todavía.

Pablo Giménez Solaguren Hoy, 19:01

En la vida, como en todos los lugares, hay ciclos, las cosas cambian, para bien, para mal... El día de hoy va a marcar un antes y un después, eso esta claro. Se podría decir que el día de hoy marca el inicio de un nuevo ciclo. O quizás no, quizás sea uno de esos días raros en los que nada sale bien, quizás sea uno de esos en los que hubieras preferido quedarte en la cama, uno de esos que empiezas con el pie izquierdo y en los que incluso llegas a cuestionarte qué haces ahí. Pero afortunadamente siempre hay algo que te da fuerzas para seguir, algo que te avisa de que no puedes pararte, que tienes que seguir adelante, y que ella estará en tu camino, porque por mucho que las cosas cambien, ella siempre será tu camino. Cuando estoy perdido trato de escuchar su sonido, pues la caracola me llevará a la felicidad.
Ahora me siento pequeño, me siento raro... Cogería uno de esos libros tristones pero que terminan bien. Quiero saber que este cambio no nos va a detener, que hay luz al final, por muy oscuro que esté ahora el túnel.
No quiero que esto sea un preludio, un 'preparate que vamos a caer', quiero que sea un 'por muchas cosas que cambien, seguiremos ahí'.
Siempre he preferido vivir con miedo, porque si algun dia la magia se acaba no voy a poder pedir explicaciones, no voy a poder remediarlo, me quedaré con mis quejas, pero a veces pienso que quizás sea ley de vida. Pero cuando pienso en eso, recurro a mi cabeza, te busco allí donde, como me pediste, te tengo grabada, con tus pantalones cortos de pijama, sin camiseta, que es como más me gustas, y con la más bonita de tus sonrisas, la séptima, la que solo enseñas cuando de verdad eres feliz, la que muestras después de un te quiero, o la que me mostraste cuando escribí algo para ti en ese árbol de papel, la sonrisa que precedía a ese abrazo tan grande.
He luchado mucho por ti, y la verdad es que ha valido la pena, y después de tanto tiempo pienso que es necesario volver a luchar, volver al principio, volver a enamorarte; que vuelvas a sentir esa felicidad cuando piensas en mí, que me pienses, y mucho; que volvamos a los superlativos; que volvamos a los periodos encima de las letras; que volvamos a ser los más felices del mundo, como cuando ninguna pareja podía compararse a nosotros, cuando los protagonistas de historias de amor sentían envidia de nosotros, porque jamás podrían superarnos.
Realmente no sé cuanto tiempo me queda, pero prometo luchar el tiempo que me quede. Y justo cuando llegue ese momento, ese tan odiado, desearé con todas mis fuerzas que se pare el tiempo, como deseé en su día poder ser algo tuyo.
Dices que eres bipolar y sí, puede que merezcas que te dé la razón, hay veces en las que me pides una cosa y antes de que te la dé has cambiado de opinión. Pero eso no es malo, es un desafío más, un 'recuerda que cuando decidiste quererme te advertí de que sería difícil'. De todas formas yo también soy un bicho raro, casi nunca sé lo que quiero, salvo cuando se trata de ti.
Quizás esté haciendo una montaña de un granito, pero es lo que necesito. Necesito que sepas cómo me siento, que me digas lo que me tengas que decir, que espantes, una vez más, todos los fantasmas, que agarres fuerte de mi mano, que me susurres al oído que todo va a salir bien, que vamos a salir más fuertes de ésta, que me llames tonto por pensar en estas estupideces.
Esto es una forma de recordarte lo importante que eres para mi. Así como tambien de demostrarte que nuestro nuevo día empieza aqui, que así es como voy a empezar la reconquista.
 Me has hecho la persona mas feliz del mundo y quiero que luchemos por que siga siendo así el resto de los dias. Tengo muchísimas cosas que agradecerte, tantas, que necesitaría toda la vida a tu lado para hacerlo.
Y, por último, que sepas que es todo un placer aguantarte, y ojalá pueda hacerlo para siempre.
Y ya sabes, no puedo vivir sin ti.
Siempre tuyo, TU caracol, TU médico, que te quiere

P.D. Recuerda que tienes aquí esperando a nuestro cerdito, dice que te echa de menos, que quiere saber cuándo vas a poder dejarle guapo y además dice que está hambriento, que quiere que le llenemos ya de ilusiones, de proyectos, de planes de futuro.