domingo, 29 de mayo de 2011

Prohibido mirar el reloj.

Decido olvidarme del ruido de tus relojes, aunque cada vez me gustan más, a cualquier sonido semejante al tic-tac de tu reloj me vienes a la memoria, pero eso no es nada nuevo. Y si decido olvidarme de ese, ya no tan molesto ruido, es porque prefiero concentrarme en escuchar tus fuertes latidos, tu respiración o en contar la infinidad de besos que te doy y tendría que darte. Pero por más que lo intente, no consigo acostumbrarme, sigo odiando los relojes, su constante avanzar me roban tiempo y hacen que cada vez pueda darte menos besos, pero no sólo eso, me recuerdan que cada vez me queda menos tiempo a tu lado y que tendré que volver a esperar una semana, 7 días, 168 horas, 10080 minutos, 604800 segundos para verte, contándolos uno a uno, buscando mil maneras de acelerar el tiempo, de que pase rápidamente, y perdiendo la cabeza por encontrar la forma de ralentizarlo, de pararlo a tu lado, de poder quererte por siempre, de poder decírtelo en cualquier momento, a cualquier instante en el que celebremos que el tiempo de espera ha pasado, de cualquier manera, y de abrazarte y no soltarte jamás.

Te quiero.

lunes, 23 de mayo de 2011

Tu contrasorpresa.

Porque 30 motivos son pocos voy a emplear más y más tiempo en que esa lista aumente.

Me gustan mucho los sitios cerrados, los sitios pequeños, aunque yo prefiero llamarlos íntimos, acogedores, donde puedes hacer lo que quieras, como y cuando quieras, sin tener que dar explicaciones a nadie, sin tener que soportar mirada alguna o reproches de cualquier tipo, y en ti he encontrado el mejor sitio de todos, y eso que siempre se me ha antojado como una idea descabellada... ¿Yo? ¿Cambiar todo lo que pienso, todo lo que he dicho e irme a vivir a un corazón ajeno? Pero esta decisión ha sido la mejor que haya podido tener en toda la vida, lo tengo decidido, aquí me quedo, hasta el fin de los días, para siempre, por eso prometo pagar el alquiler y, además, con creces, pero habrás de perdonarme, pues besos, caricias y sobre todo amor (mucho amor) son mis únicas monedas. Así que hasta que no decidas que mi estancia en ti ha terminado no pienso mancharme. Tampoco tienes por qué ordenar nada, no tienes que hacer ningún esfuerzo, simplemente dejarte llevar, solamente ser tu misma... Eso sí, lo innecesario hay que tirarlo, la basura, los enfados, agobios... Necesito mucho sitio, para así poder dormir en cualquier lado. Y lo que también necesito es permiso para pisar cualquier lugar, necesito además que me des las llaves de todas tus puertas, de todas las habitaciones, quiero descubrir tus secretos, y en especial tus pensamientos, porque me muero por saber qué pasa por tu cabecita a cada momento. Pero no porque ese sea un lugar muy importante voy a dejar los demás, voy a entrar a todas las habitaciones, sin dejarme ni una por pisar, puedo ayudarte a limpiar el polvo si quieres, a arreglarlo todo un poco, pero ya sabes, a mí no me importa el orden mientras sea el que tu quieres, y más aún si así te sientes bien. ¡Ah! Se me olvidaba... Otra habitación que me interesa mucho es la de tus miedos, donde están escondidas y guardadas todas esas cosas a las que temes, ahí también pasaré muchísimo tiempo, para acabar con todos y cada uno de ellos, para hacerte más fuerte si cabe, para que nos comamos el mundo juntos, por eso estaré casi tanto tiempo como en tu ombligo o en tu cuello, que como ya sabes, cuna y fuente de mi locura han sido, son y serán.


Y bajaré a decirle al diablo que como te toque un pelo le parto el espinazo, pa' que sepas que siempre estaré cerca, que aunque tú no me veas estaré siempre a tu vera, siempre a tu vera.

domingo, 22 de mayo de 2011

Me gusta pensar que me gustas, saber que te quiero.

Y cuanto más tiempo paso contigo, más cosas tengo que maldecir, no puedo hacer otra cosa. El tiempo se pone de acuerdo para joderme, se hace eterno en las horas que tengo que esperar para verte y pasa volando cuando te tengo entre mis brazos, juega conmigo como le da la gana... Y cuantas más ganas tengo de verte, menos días tenemos para poder invertirlos en nosotros, por eso, aunque aún queden dos semanas para ese temido sufrimiento, ya estoy deseando que llegue, y que pase rápido, y así poder perderme contigo, dos, tres, cuatro días... Cualquier cosa es poco. Pero lo que más me preocupa, y lo que más odio, es que mi hiperadicción va en aumento, cada vez necesito más y más, si me das quince minutos, no sólo es como diez segundos, sino que me da la sensación de que me falte algo, como si necesitara media hora más, pero cuando me das esa media hora que necesitaba, pasa más rápido aún, y encima me doy cuenta de que necesito más, una hora como mínimo, y cuando la tengo, me pasa lo mismo, necesito el doble. Y así siempre, no sé cómo ponerle solución. Y es que el mismo problema tengo con tus besos, a cada beso que me das necesito cien más, y por esos cien que me das, diez mil, y por esos diez mil... Y no se queda ahí, cuando mis manos se pierden por tu cuerpo les faltan kilómetros, son insaciables. Y de todo esto, está claro que la culpable eres .
 
Me besas, te muerdo... ¡Qué bueno, qué bueno! Me duermo, te sueño... TE QUIERO

lunes, 9 de mayo de 2011

Y asumir que rendirse no es una opción.

Hace ya un tiempo que decidí salir a la calle protegido, así que busqué un escudo para protegerme de toda la envidia y el odio de la gente que nos rodea, y la verdad es que hasta ahora me ha ido bastante bien, nunca me ha preocupado mucho lo que pudiera pensar el resto de la gente, nadie te va a ayudar, así que ¿para qué pararte a escucharlos? Cuando ven que avanzas mucho más rápido que ellos intentan entrar en tu vida para ser como tú y descubrir tu secreto o intentan hacer todo lo posible para lastrarte, viven por y para joderte, lo que a la larga les acaba pasando factura. Pero lo mejor de todo es la satisfacción que te da el saber que sus palabras o intentos de hacerte daño te resbalan, ver que no consiguen su propósito, que pese a todo lo que hagan tú sigues en pie, ver la desesperación en sus rostros, su impotencia... ''Soy el mejor, nada me va a parar'', me repito cada día, y esa es mi máxima. Quiero seguir superándome a mí mismo, soy mi peor enemigo, ellos no tienen nada que hacer. Pero todo esto era así hasta que llegaste tú, amor, has desgastado increíblemente rápido mi coraza, has hecho trizas todo lo que me protegía y siempre por lo mismo, el miedo, las inseguridades, las desconfianzas... Que se intensifican al más mínimo indicio de peligro, te quiero demasiado como para que me resbalen también tus palabras. Me matas un poco más con cada paso en falso, con cada paso que hemos de retroceder para que los próximos sean más seguros. Creo que lo estamos haciendo todo demasiado difícil, pero sé que vale la pena y que no vamos a ser plenamente felices hasta que no calles esas voces que te atormentan, esas que no quieren vernos felices, las que se morirían viendo cómo nos queremos cuando no hay nadie para juzgarnos, y quiero que llegue el día en que podamos hacerlo, sin miedo, sin tapujos ni miramientos. Pero de momento las cosas son así, saben cómo jodernos, sabes que eres mi talón de Aquiles, mi debilidad, mi mayor miedo, pero lo que no saben es que el 102% de mi felicidad, que eres mi flor favorita, mi otra mitad y que no pueden hacer nada por cambiarlo, les animo a seguir intentándolo, a seguir perdiendo el tiempo, porque si algo tengo claro es que estos pequeños baches no me van a parar y sé que de aquí vamos a salir más fuertes.

Siempre y cuando la vida no me abandone.

Nosotros somos dos y todos tienen celos.


Es en los malos momentos cuando más necesito hacerte saber lo mucho que te quiero, cuando me urge decirte todo lo que tengo dentro y lo feliz que me haces, como cuando simplemente siendo tú misma me robas una sonrisa; cuando hablas de cualquier tontería y haces que se convierta en lo más interesante del mundo; cuando estás delante mía y consigues eclipsar todo lo que me rodea, no dejando ver lo demás; cuando me pides que te quiera y me reprochas que no estoy encima tuya, o que no te quiero lo suficiente; cuando me pides pelea y me das un beso; cuando me pides que me deje secuestrar para estar contigo; cuando dices que los besos se han acabado para que me esfuerce por conseguir algún beso; cuando dices que te has enfadado y no puedes quitarte la sonrisa de la boca; cuando piensas que me he enfadado y vienes a abrazarme; cuando me envías un sms en medio de clase sólo para recordarme que me quieres o si no has sabido nada de mí en todo el día; cuando me pides que me vaya a estudiar y tú eres la primera que está deseando que me quede; cuando tienes cien personas más con las que hablar y necesitas que esté yo para molestarte; cuando me niegas un beso en el cuello, mi nuevo hogar; cuando no me dejas que me acerque a tu ombligo; cuando me dices que tú no puedes ser una tramuda aunque me dijeras que no tienes cosquillas y las haya encontrado; cuando nombro a la susodicha que tanto odias, o nombras tú al dichoso para que te odie un poco; cuando me das guerra; cuando me pides vivir en mi armario, en mi terraza o a mi lado; cuando me recuerdas lo mucho que me quieres; cuando maldices el no haberme encontrado antes y yo el haber tardado tanto en buscarte; cuando confías en mí y haces de mí tu mayor apuesta. Es entonces cuando te digo que voy a coger de tu mano con todas mis fuerzas, que jamás voy a soltarte, a no ser que tú me lo pidas, y te doy las gracias, por todo esto y más.



Sólo una vez más, TE QUIERO

miércoles, 4 de mayo de 2011

De vuelta a la realidad.

Vuelve la rutina, y tal y como me dijiste muchas de las cosas odiosas del día a día, volvemos a sufrir estrés innecesario por los exámenes, trabajos, volver a ver a profesores y compañeros inaguantables... Pero al menos puedo verte todos los días, no como yo quisiera, pero me tengo que conformar... Lo malo es que toca volver a joderse, vuelve el miedo, mi miedo, tu miedo, ese que siempre va a estar ahí, vuelven las inseguridades, las habladurías, los rumores esos que tanto te joden y que hacen que tu dolor, que tus pesadillas, sean las mías, y no pueda evitar asustarme, no hay momento que más tema que tu mirada triste, tu cabecita pensando posibles salidas. Pero realmente a mí me da igual lo que se diga, la verdad la has de saber y la sabes tú, la he de saber y la se yo, con eso me basta, no me importa lo que piensen los demás, no voy a joderme por terceras personas, sólo me importas .
Otra cosa buena es que vuelven los viajes en metro, y con ellos el tiempo para pensar, tengo 30 minutos que invertir en ti y en qué decirte en tu blog, y hoy no ha sido una excepción. Igual que el quererte, no hago excepciones, te quiero todo los días, y cada día más, que es lo mejor. Quizás pienses que no siempre te lo demuestro, por eso te pido que me creas, cuando no lo hago es porque no puedo, pero aunque no te lo demuestre lo sigo haciendo, en silencio, pero igualmente te quiero.

martes, 3 de mayo de 2011

Insomnio.

-Se me ha jodido el reloj interno, no puedo dormir.
-¿Qué dices? De todas formas, si no puedes dormir ¿qué haces tanto tiempo intentando dormir?
-No sé, supongo que alguna vez me dormiré ¿no?
-Deberías, ya es tarde.
-Quizás me haya acostumbrado ya a la buena vida, quizás ya no pueda dormir si no es a tu lado... Pero no sólo eso, los despertares son también amargos si no estás.
-Pero no lo entiendo, si eres un dormilón, duermes como un bebé...
-Yo tampoco lo entiendo, no entiendo por qué a las ocho de la tarde con tu pecho por almohada esté deseando dormir y me muera de sueño y ahora a las dos no pueda hacerlo.
-Entonces... ¿Por qué no te duermes a las ocho?
-Eso sería perder tiempo, prefiero aprovechar ese tiempo viviendo en tu ombligo, y subir constantemente a darte besos. No podría permitirme el lujo de desperdiciar ese preciado tiempo durmiendo. Además, así aprovecho para pensar y meditar y de esta forma sacar conclusiones, una de ellas es que creo que te quiero y, además, mucho.
-Más te vale.

domingo, 1 de mayo de 2011

I wanna hold her, I wanna kiss her.

Hay cosas mejores que hacer deberes, tantas como razones tienes para creerme, y algunas de ellas, las mejores, es estar contigo, encender una vela de olor a chicle de melocotón y hablar contigo, o no hablar, perderme contigo, observarte una y otra vez mientras descansas en mi regazo y abres los ojos para ver si te observo, ver tu película favorita, o cualquiera del actor del que estás enamorada, buscar tu ombligo, encontrar la inspiración junto a ti, hablar de futuros planes, hablar sobre las atracciones a las que iremos, contarte anécdotas, hablar de nada, esperar esa alternativa tuya al sufrimiento del próximo martes, que me abraces, que me beses, que me quieras, que estés enferma y vaya a verte, que digas tonterías y pueda reírme de ellas, que me acicales el pelo aunque odie que me hagan eso, que me quites a tu perra de encima, que me digas Jesús cuando toso, que me pidas que te ayude con las matemáticas o que me digas que sea tu profesor particular y así estar más tardes contigo, que me pidas que pase más tiempo contigo y así te quites de fumar... Está claro que hay miles de cosas mejores que hacer lo que tengo que hacer, pero todas ellas son contigo.

12 días, me quedan 3.

Hace poco me invitaste a dar un paso al frente contigo, que sólo así me llevarías al paraíso, ahora soy yo el que te pide que me cojas de la mano y nos olvidemos del mundo, quieren que caigamos, pero si no me sueltas no lo van a conseguir, yo haré todo lo posible por seguir adelante, y espero que tú me sigas. Espero haberte demostrado que podemos ser felices, que no te voy a fallar y que voy a estar siempre a tu lado, pero también te he demostrado que sin ti no soy, así que ayúdame a ser alguien. Estos últimos días han sido muy buenos, ayúdame a que los próximos sean aún mejores. Y has de recordar, además de que te quiero, que tenemos mil paseos pendientes, unas cuantas películas por ver y otros tantos besos que dar.